Sí, estamos en Francia, el icono de la gastronomía, el país de las "delicatesen" como la mostaza de Dijon y el queso Roquefort, además un país en el que una Nutella cuesta menos que un six pack de cerveza... Pero... eso no pega con Arepa! Uno lee chistes sobre los venezolanos y su obsesión con la arepa y uno se ríe, pero es completamente cierto y es una pesadilla.
Arepas |
Estábamos tan
acostumbrados a nuestra cultura, a nuestro entorno, que no pensábamos en lo
difícil que es recrear los mismos sabores, olores y sonidos desde afuera.
Pasamos meses
buscando los sabores de nuestro país en vano, haciendo cachapas con maíz de
lata, rindiendo la harina, hasta que ya simplemente sacamos algunas cosas de
nuestra dieta (como el mango, que en Venezuela se cae de las matas y aquí es
más caro que dos kilos de manzana).
Pero lo peor de todo
es sentir que te quejas de no tener un quesito llanero, cuando en tu país tu
familia hace colas de todo un día para no tener la opción de elegir, sino
simplemente comprar lo que llegó... y cuando piensas mucho en eso caes en un
pozo sin fondo. Desde hace unos meses he estado muy preocupada por la situación
de Venezuela, es que resulta que cuando te vas crees que lo más duro será extrañar
a tu familia y amigos, pero ese no es mi caso, obviamente los extraño y me
duele el alma cuando pienso en que tengo más de un año sin verlos, pero lo más difícil
es saber la situación por la que ellos están pasando. No hay un día en que no
me entere de una mala noticia de mi país, no hay una semana en la que cuando
llamo a mis padres o no están en casa porque ese día les toca comprar comida, o
se cae la llamada a mitad de la conversación porque se va la luz... no hay un
mes en el que no haya leído que robaron o mataron a alguien.
La preocupación me
fue comiendo y llegué al momento en que no me podía levantar en las mañanas
porque había pasado la noche en vela pensando en Venezuela... Mi yo optimista,
alegre, que baila y canta en todos lados, estaba perdiendo la batalla contra mi
yo emigrante y cada vez se hacía más difícil todo... Pero me ha tocado pasar unas cuantas pruebas que me han hechon despertar y empezar a echarle la mano a
esa parte feliz y agradecida que siempre he defendido y este post es mi forma
de celebrarlo.
Venezuela está y estará
en mis pensamientos todos los días, escucho canciones de amor y se las quiero
dedicar todas a ella, pienso en el tatuaje que me quiero hacer y siempre
termina estando relacionado con ella, sueño cosas felices y siempre son allá,
pero no puedo hacer nada para ayudarla... no se deja ayudar. Así que como dicen
por ahí "Si tienes un problema que
no tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si tiene solución, ¿para qué te
preocupas?".